Las plantas y el diseño de interiores han formado mancuerna en los últimos años. Esta tendencia puede ser el resultado del Pantone de 2017, el color Greenery abrió la puerta a la decoración vegetal. A pesar de los siguientes tonos Pantone, este elemento siguió siendo relevante y se convirtió en arma para resaltar los espacios.
Las bases del diseño moderno son las líneas limpias y la simplicidad, mientras que la naturaleza tiende a ser caótica, ¿cómo se crea un balance entre ambos? Pues empezando por las capas, es importante tener en cuenta que combinar plantas altas, medianas y pequeñas dan forma al espacio y agruparlas en números pares denomina en simetría, mientras que los nones le da un toque interesante, así que en ese punto es un tema de gustos.
No solo se ven bien, también generan buena vibra y compensan los efectos negativos de vivir en una ciudad, gracias a que crean oxígeno, absorben el monóxido de carbono, regulan la humedad y chupan químicos como el formaldehído (un compuesto altamente volátil). También se dice que impulsan la creatividad y reducen el estrés.
El Ficus Pandurata, también conocida como Ficus Lyrata, es una especie muy popular gracias a sus llamativas y grandes hojas que llegan a medir de 20 a 25 centímetros . Originaria del oeste de África, está acostumbrada a la luz y el calor. Al hacerla una planta de casa se debe tener en cuenta que la temperatura no baje de los 15ºC y que el espacio sea muy luminoso, evitando el sol directo. El riego que necesita no pasa de una vez a la semana y, dependiendo del calor, dos veces en verano (es importante no regarla demasiado para que no se ahogue). Para que las hojas crezcan sanas hay que limpiarlas cada vez que acumulen polvo y tener presente que la tierra en la que se plante sea fértil y con buen drenaje.
Tillandsia (plantas del aire) es un género ideal para el diseño minimalista. Cuentan con más de 650 especies y crecen en los desiertos, montañas y bosques de Centroamérica, Sudamérica, México y el sur de Estados Unidos. Son consideradas una rareza de la naturaleza porque no necesitan tierra para desarrollarse, aunque esto no significa que no requieran riego, pero aguantan más las épocas de poca agua que cuando hay exceso. Es recomendable regarlas una vez por semana, dejándolas a remojo en un tazón por unos 20 minutos y cada 20 días por dos horas. En ambientes calurosos se pueden rociar con un atomizador y si la planta tiene flores debe enjuagarse con mucho cuidado de no dañar sus pétalos. Las Tillandsias deben estar expuestas en un ambiente bien iluminado y de buena temperatura (más caliente que frío) evitando los rayos directos del sol.
Los amantes de los retos se enamorarán de la Aphelandra Squarrosa (Afelandra). Nativa de Brasil es famosa por su color verde oscuro y sus venas blancas. Su cuidado es complicado y es conveniente que el lugar en el que se encuentra sea húmedo y en una maceta grande. Si pierde hojas es porque tiene mucho calor o frío, teniendo que estar entre los 15ºC y 25ºC. Su riego debe ser frecuente evitando que la tierra se seque, en verano se deberá abonar y si se va a trasladar es preferible que ocurra en primavera. Durante ambas épocas suele florecer una espiga amarilla.
La planta Stephania Erecta viene de Asia y Australia y son vides herbáceas perennes que crecen hasta los cuatro metros de altura, teniendo como base un caudex leñoso. Es una planta de sombra que requiere mucha agua y humedad por lo que es recomendable plantarla en tierra negra, dejando la mitad del caudex fuera y en un lugar donde no le de el sol directo.
El Caladium, o vulgarmente conocida como “Manto de la reina”, es una especia originaria del Amazonas, sus hojas tienen forma de flecha y se presentan en tonalidades rosas o blancas. Se trata de una planta de dificultad media en sus cuidados, necesitando luz abundante pero nunca sol directo, ya que quemarían sus hojas. Su lugar ideal es fresco y de riego abundante, dependiendo de qué tan seca esté la tierra y hay que evitar a toda costa las pulverizaciones en sus hojas.