Christo y Jeanne-Claude fueron un dueto artístico, conocido por instalaciones colosales que cubrían grandes monumentos arquitectónicos y naturales. La escala de sus obras genera una relación entre la experiencia espacial y disciplinas como escultura, arquitectura, y paisajismo.
Tanto Christo Vladimirov Javacheff, como Jeanne-Claude Marie Denat nacieron el 13 de junio de 1935, él en Bulgaria y ella en Casa Blanca. Sus caminos se cruzaron en 1958 en París, y desde entonces colaboraron hasta el fallecimiento de Jeanne-Claude en 2009. Con cada proyecto demostraron la persistencia con la que trataban su ocupación, pues los periodos entre la gestación conceptual y realización de la instalación podían durar más de cinco décadas. La escala de sus creaciones requirió la cercana cooperación con ingenieros que llevaran a la realidad las visiones, al superar los retos físicos impuestos en los materiales. Otro gran desafío al que se enfrentaron en cada etapa fue el financiamiento, que llevaban a cabo a través de sus propios medios al no aceptar patrocinio alguno. Cada instalación es única, ya que responde directamente a su contexto, convirténdolo en parte de la experiencia. Cuando replicaban a cuestionamientos relacionados con funcionalidad y significado, la pareja respondía qué no había tal cosa, sino la experiencia estética. El trabajo de estos artistas maravilló durante más de cinco décadas con sus extraordinarias creaciones, y a pesar del reciente fallecimiento de Christo la agenda no parará hasta 2021 con la inauguración de El Arco del Triunfo, Envuelto y El Mastaba para Abu Dhabi; este último será la escultura más grande del mundo y sul único trabajo permanente.
“Hago cosas que no tienen funcionalidad, excepto tal vez causar placer” Christo.
Estas son algunas instalaciones trascendentes en la carrera de los artistas, pese a no experimentarlas físicamente, es imposible no admirar e imaginar el espectáculo espacial que ofreció cada una de ellas.
Valley Curtain 1970-1972
Este gran telón anaranjado, intersectó por 28 horas el espacio entre dos montañas en Colorado (EUA). Los artistas trabajaron durante más de dos años junto con diseñadores, ingenieros y estudiantes universitarios, para diseñar un sistema de cables y cimentaciones que soportara la cortina de 18,600 metros cuadrados de nylon.
Running Fence 1972-1976
Tras cuatro años de negociaciones con 59 propietarios de ranchos entre las colinas que conectan San Francisco y el Océano Pacífico, Christo y Jeanne-Claude lograron colocar una barrera de tela blanca que se extendía 39.4 kilómetros. Las dimensiones del proyecto requirieron de largas pláticas y negociaciones con las autoridades locales, además de 450 páginas de reporte de impacto ambiental. Al igual que en todos sus proyectos, los artistas financiaron la instalación a través de la venta de dibujos de estudio, maquetas, litografías y collages.
Wrapped Reichstag 1971-1995
Tomó un cuarto de siglo, y la situación política adecuada para que el gobierno alemán permitiera al dúo artístico envolver el simbólico edificio del Reichstag. El 24 de junio de 1995, 90 escaladores profesionales y 120 trabajadores colocaron 100,000 metros cuadrados de tela plateada, amarrada al edificio con cuerda azul de polipropileno. La tela como la ropa o piel, es frágil; se traduce a la cualidad única de la impermanencia. (Christo y Jeanne-Claude)
The Gates 1979-2005
El proyecto Las Puertas fue rechazado originalmente en el 81, y aprobado tras un segundo intento cuando Michael Bloomberg, quien era amigo de los artistas, fue elegido alcalde de la ciudad de Nueva York. El 12 de febrero del 2005, se colocaron a lo largo de Central Park (Nueva York) 7,305 estructuras que sonstenían los páneles de tela. La estructura ortogonal reflejaba la cuadrícula característica de las calles de la ciudad, mientras que la disposición orgánica sobre el parque y el movimiento de las telas asemejaba las ramas de los árboles.
The Floating Piers 2014-2016
Los Muelles Flotantes fue probablemente una de las instalaciones de arte paisajístico más emblemáticas de la de década. Por 16 días en la superficie del Lago Iseo en Italia, se extendió un camino anaranjado que conectaba el poblado de Sulzano con Monte Isola, y la Isla de San Paolo. Durante este par de semanas, el camino se percibió “como una extensión de las calles y pertenecieron a todos” (Christo) y los visitantes, literalmente, caminaban sobre el agua.
