La experiencia derivada de la fusión entre la pieza artística y la arquitectura es el objeto de las exploraciones de Robert Irwin. La manipulación de atmósferas a través de intervenciones sutiles enaltece el espacio y crea obras de arte habitables.
Robert Irwin (1928) es un artista y teórico estadounidense, con más de 50 años de trayectoria, formó parte del movimiento Light and Space, uno de lo pioneros del arte basado en la percepción sensorial y la fenomenología. Light and Space, fue una corriente artística desarrollada a principios de los 60 en California, USA. Los artistas de este movimiento se alejaron de la producción plástica convencional (la pintura y la escultura) para explorar los efectos de la relación entre la intervención, el contexto y el espectador. Irwin y James Turrel se dedicaron a la producción de instalaciones inmersivas, con alteraciones a los espacios físicos pero sin enfatizar las fuentes de la disrupción.
Ser un artista no es una cuestión de hacer pinturas o ningún objeto. Con lo que realmente lidiamos es nuestro estado de consciencia y la forma de nuestras percepciones. -Robert Irwin
Robert Irwin en su libro Notas hacia un Arte Condicional (2011), habla de los tipos de arte condicionado por su contexto y las divide en cuatro clasificaciones: dominado por el sitio, ajustado al sitio, específico al sitio y determinado por el sitio. Para el artista el producto va de la mano con las características distintivas de cada lugar como escala, la iluminación y el ruido. Su trabajo se basa en la capacidad de la intervención de generar una respuesta por parte del espectador. De acuerdo con el artista estas condicionantes en una obra producen un cruce entre el arte y la disciplina arquitectónica, urbana o paisajística. La percepción se convierte en el punto más importante de la obra, y la experiencia sensorial es considerada como el objetivo.
Las obras de Irwin se caracterizan por la aplicación de elementos sutiles como fuentes de iluminación, paneles textiles semitransparentes y aplicaciones de color que ayudan a enfatizar un punto específico del espacio. Su famosa instalación en el Whitney Museum of American Art, Nueva York, se compone de un panel que divide una sala longitudinalmente y parte las paredes con la continuidad de una tira metálica. Los ejes que dividen la sala (sin crear fronteras directas) generan conciencia sobre él y el juego de. luz, sombras y transparencias proyectados en el espacio arquitectónico.
En Black³, el enfoque de la instalación no son los planos que intersecan el espacio, sino la interacción entre estos y los espectadores. Las sensaciones causadas por la pieza cambian la conectividad entre los presentes y su interacción espacial y se convierten en parte del fenómeno provocado.
Homenaje al Cuadrado es una instalación que hace un tributo tridimensional a la pintura homónima de Josef Albers. En la pintura se hace una exploración cromática y compositiva de los cuadrados, Irwin permite la experimentación de dichos efectos al invitar al espectador a recorrer la serie de cuadrados interconectados.
Portada: Black³. Robert Irwin. 2008. Foto: Trevor Patt