Rafael Moneo es un arquitecto español nacido de Tudela, Navarra, en 1937. El primero de los españoles reconocidos con el Premio Pritzker en 1996 (los segundos fueron el despacho RCR Arquitectes). Graduado de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, su carrera destaca por combinar la arquitectura con la enseñanza y, además, ha participado en conferencias y como crítico de la materia. Cofundador de la revista Arquitectura Bis, sus escritos se han publicado en los más destacados medios y la presentación de su trabajo, mediante exposiciones y conferencias, le ha llevado a numerosas instituciones a nivel internacional.
Su carrera ha sido galardonada con numerosos premios, además del Pritzker, entre ellos el Premio Schock de las Artes Visuales (concedido por la Fundación Schock y la Real Academia de Bellas Artes de Suecia, 1993),la Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects, en Londres (2003), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2012, o la Thomas Jefferson Medal in Architecture en 2012. También ha sido condecorado Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica (1993), por el Royal Institute of Technology de Estocolmo (1997), por l’École Polytechnique Fédérale de Lausanne (2002), por la Pontificia Universidad Católica de Perú (2004), por la Pontificia Universidad Católica de Chile (2006). Moneo es miembro de L’ Accademia di San Luca de Roma (1992), de la American Academy of Arts and Sciences (1993) y de la Swedish Royal Academy of Fine Arts (1994).
Fábrica de Transformadores Diestre. Zaragoza, España
1964-1967
El primer proyecto del maestro explora hasta qué punto era capaz de hacer uso de los principios que inspiraban a aquellos arquitectos cuya obra admiraba –Alvar Aalto, James Stirling– en la suya propia. Aquí mezcla la forma y estructura de Stirling con la alusión a la naturaleza de Aalto, el resultado fue un viaje a las formaciones montañosas que delimitan el valle del Ebro desde las naves que conforman la fábrica.
Remodelación del Palacio de Villahermosa: Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid, España
1989-1992
Para esta reconstrucción, Moneo renunció a cualquier tipo de expresión personal, en lugar de eso se apoyó en el conocimiento histórico y constructivo del edificio. El nuevo Museo Thyssen-Bornemisza iba a arrancar de lo que fuera el episodio último en la evolución del viejo Palacio de Villahermosa: la fachada norte, ubicada sobre el acceso ajardinado. Este iba a ser el punto de arranque de los nuevos espacios que darían forma al museo, gracias a que permitía establecer un eje desde el que se podía organizar un nuevo sistema de muros.
Museo de Arte Moderno y Arquitectura. Estocolmo, Suecia
1991-1998
La isla de Skeppsholmen era conocida como la sede del ejército sueco; a finales del siglo XIX la armada abandonó la isla y los edificios que la adornaban se convirtieron en instituciones como escuelas, museos, teatros y el Moderna Museet, el cual en 1990 se encontraba bajo la disyuntiva de ampliarlo, y finalmente se decidió la construcción de un nuevo museo que también debería incluir el Arkitektur Museet. El museo no transforma la imagen de Skeppsholmen: las nuevas construcciones se inscriben en la isla y se adaptan a sus alturas hasta alcanzar el nivel del mar, cota que sirve de acceso a las obras de arte y a quienes trabajan en el museo. Una de las características especiales de éste es que no reclama la atención de todas las miradas, más bien, enaltece la belleza de la isla. En la dirección de esta obra se contó con la colaboración del estudio Moneo-Brock.
Ampliación Del Museo Del Prado. Madrid, España
1998-2007
Después de ganar el concurso, en el que participaron 776 proyectos y quedar entre los 10 finalistas, Moneo desarrolló la ampliación del Museo del Prado bajo el lema “Buen Retiro”. El Nuevo Prado ha liberado al edificio de Villanueva de muchas de sus obligaciones y el nuevo eje transversal comienza en la puerta de Velázquez, lo que ha permitido colonizar el Claustro de los Jerónimos desplegando una serie de episodios constructivos que facilitan usos no directamente relacionados con la exposición de obras; en resumen, se buscó que el nuevo recinto fuese una intervención en la ciudad, una mancuerna y no una obra solitaria.
Bodegas Descendientes De J. Palacios. El Bierzo, España
2013-2017
Los requisitos del cliente eran que la bodega mantuviera, en principio, las condiciones climáticas exigidas para la elaboración del vino de un modo natural. Dividida en tres volúmenes, el más alto corresponde a la creación del vino desde la recogida y selección de la uva hasta su embotellamiento, el volumen situado en las cotas más bajas está destinado a las labores que implica el cultivo de las viñas; y, entre ambos (vigilando tanto la producción del vino como la expedición del mismo), se sitúa un volumen intermedio destinado a la gestión cotidiana de la bodega.