Leyendo ciudades

Leyendo ciudades


La narración de un espacio puede conllevar a su aprehensión, así hizo el Gran Khan a través de Marco Polo. Este ejercicio de leer ciudades forma parte intrínseca de dar contexto a una historia y  genera una experiencia en el lector.


La conexión entre la arquitectura y la literatura va más allá de la descripción, el espacio a través del medio escrito es el testimonio del autor y engloba su tiempo. Para el lector es una oportunidad de asimilar el espacio de manera distinta a la fotografía y al video. La relación entre ambas prácticas ha impulsado la exploración en ambos canales, con arquitectos modelando narraciones o escritores imaginando y describiendo ciudades. Un claro ejemplo es el que suscita Las Ciudades Invisibles de Calvino, del cual se han desprendido proyectos de ilustración de numerosos arquitectos, tratando de materializar las descripciones de Marco Polo. 

Entender el espacio como algo más que un contenedor vacío, el escenario, en el cual se sitúan personajes y eventos; sino el espacio y sus relaciones como un factor presente que da forma e incluso determina los elementos de la historia. -Robert Tally, profesor de la Universidad Estatal de Texas

Hay ciudades que inevitablemente se convierten en focos culturales y su influencia espacial es perceptible en las obras de sus artistas. Las siguientes urbes han denotado, no solo por ser el escenario de sus historias, ser significativas para su desarrollo.

París, Francia

Como si caminar las calles de París no fuera suficiente para un amante de la literatura y la arquitectura, existen numerosos recorridos como el de Rayuela de Cortázar o el autobiográfico de Hemingway. En la aclamada novela París era una Fiesta, Hemingway enlista lugares que frecuentaba. La librería de Sylvia Beach, a través de la cual Hemingway pudo leer en sus meses de carencia económica, sigue abierta y conserva su nombre original, Shakespeare and Company, como tributo. Los cafés Les Deux Magots, Lilas y La Rotonde, también forman parte de los puntos de interés mencionados por el autor, donde se encontraba con Proust, Ezra Pound y Fitzgerald. La influencia de la ciudad en la narración de Hemingway fue, incluso, tomada por el director de cine Woody Allen en su película Medianoche en París. 

Florencia, Italia

Italia es hogar de algunas de las novelas más memorables de la literatura, su arquitectura y arte son fuente de inspiración. No es de extrañar que Florencia, siendo la cuna de grandes artistas del renacimiento, despierte la intriga de escritores como Dan Brown. Su serie de libros se caracteriza por alimentarse de manera cinematográfica, tomando como referencia los sitios más emblemáticos de diversas ciudades. En el caso de Inferno, la historia se desarrolla en prominentes espacios de Florencia, como el Ponte Vecchio, El Palacio de la Señoría y los Jardines de Boboli. Incluso, quien ha leído la historia de los Medici, no puede evitar maravillarse al visitar todas sus aportaciones arquitectónicas. La ciudad italiana ofrece (como parte de sus programas turísticos) recorridos temáticos, uno de los más populares es Florencia a través de Inferno, pues lleva a los turistas a través de pasos secretos mencionados en la novela. 

Londres, Inglaterra

Londres es una ciudad con abundantes hitos arquitectónicos relacionados con la literatura; desde el Teatro del Globo, donde se llevaban a cabo las obras de William Shakespeare, hasta los pubs mencionados por Sir Arthur Conan Doyle, Charles Dickens o Mark Twain en sus obras. Algunas de las rutas más visitadas son aquellas inspiradas en los sitios recurrentes de las novelas de Sherlock Holmes. En éstas se incluye el Hotel Northumberland, mencionado en El Sabueso de los Baskerville, el restaurante The Criterion en Piccadilly Circus donde se conocieron Watson y Holmes y, por supuesto, Baker Street.  

Dublín, Irlanda 

En Dublín se pueden encontrar referencias literarias en cualquier esquina, gracias al legado de escritores como Oscar Wilde o Jonathan Swift, pero hay un día cuyas celebraciones distinguen a la capital de cualquier metrópoli: el 16 de junio, día plasmado en la novela Ulises, de James Joyce, por la que miles de personas se juntan para recorrer las mismas calles que el personaje principal, Leopold Bloom. Conocido como Bloomsday, los bibliófilos comienzan por visitar la Torre James Joyce, en el martello de Sandycove, caminar por la calle peatonal Grafton y visitar los pubs tradicionales. La Torre, que era originalmente parte de una fortificación de defensa, contiene actualmente un museo, donde se exponen pertenencias del autor y artículos relacionados con la obra.