Hace siete años, en el centro de Londres abrió sus puertas un espacio con una visión distinta de la arquitectura. Más allá de la apreciación de este arte, de su estudio y de sus aportaciones, lo que el Museum of Architecture (MoA) busca es su protección, así como incentivar su continuo crecimiento.
Hacer de la arquitectura algo accesible para todos es una de sus principales metas, por lo que el museo se ha dedicado a estimular el crecimiento de la industria de la arquitectura a través de recursos para incentivar nuevos emprendimientos, oportunidades para colaboración y networking entre arquitectos. Además, ha organizado numerosas muestras abiertas para que el público pueda conocer más sobre lo que está pasando en el mundo arquitectónico y cómo se liga a la cultura contemporánea.
Exhibiciones, eventos, pláticas e instalaciones públicas se han realizado durante 12 años con el esfuerzo de los directivos de este museo que inició con un concepto pop up. Su historia inició en 2006 como una galería itinerante de nombre Nous Gallery, fundada por Melissa Woolford (quien sigue siendo la directora), Paul Coates y Christian Derix, quienes buscaban crear una plataforma donde arquitectos emergentes pudieran presentar su más innovadora investigación y nuevas tecnologías para utilizar en la industria. La primera exhibición se realizó en Gifford Street y atrajo a más de 200 personas. En 2012 esta galería se volvió a lanzar, ahora como el Museum of Architecture, siguiendo el mismo objetivo: ser una plataforma de impulso para aquellos creativos en busca de transformar el futuro de la comunidad a través del espacio.
Diseño con visión de negocios
Además de las exhibiciones que realizan regularmente, el museo ha creado una academia de negocios (MoA Business Academy: Entrepreneurship for Architects) en donde desarrollan las habilidades que se necesitan para que los arquitectos puedan ser mejores emprendedores.
Dentro de su programa de cursos y talleres buscan traer expertos para que hablen de las distintas áreas que un emprendedor debe dominar para que su negocio sea exitoso, y que muchas veces los arquitectos no dominan. La idea detrás de esta academia no es sólo que puedan crecer sus negocios, sino que aprendan a colaborar con otras industrias y encuentren nuevos ángulos para generar ingresos. Cada curso está enfocado a un público distinto, desde los directores de un despacho, a los arquitectos en busca de hacer un negocio o bien estudiantes. Talleres como recursos humanos para arquitectos, habilidades de escritura, planeación, liderazgo y relaciones públicas se han ofrecido a través del museo, en distintas locaciones.
Con esencia pop-up
Lo que inició con una dinámica de exhibiciones efímeras y esfuerzos ocasionales, no ha perdido por completo su esencia. A pesar de que se han establecido, el museo continúa realizando gran parte de sus iniciativas fuera de sus instalaciones. Al interior, se concentran en trabajar a favor de la investigación, sobre todo en aquella que descubre cómo los arquitectos le están añadiendo valor a su trabajo y cómo pueden aumentar dicho valor. A partir de estas investigaciones es que surgen las pláticas, los talleres e incluso las exhibiciones.
La más reciente que organizaron fue “The Wooden Parliament By Finsa” y tuvo una duración de todo el mes de junio en Granary Square. Este pabellón temporal de madera fue realizado por los arquitectos españoles Cristina Díaz Moreno y Efrén Ga Grinda. Este parlamento de madera tenía una altura de siete metros y jugaba con figuras geométricas creadas a través de líneas de madera, entre las cuales se instalaron asientos organizados horizontalmente para que se vieran unos a otros. El espacio se utilizó para realizar varios eventos en donde el público pudiera interactuar con mayor cercanía durante el Festival de la Arquitectura de Londres.
Además de las exhibiciones efímeras, el museo ha creado una serie de talleres dirigidos para toda la familia. Uno de sus más recientes programas el la Escuela para Pensadores Creativos, en donde invitan a los niños a tomar talleres para desarrollar habilidades de resolución de problemas, diseño e innovación. Impulsar la siguiente generación de mentes creativas es el objetivo de estos talleres que, aunque están principalmente dirigidos a niños, también se abren a que los padres puedan participar. Estos cursos se salen de las cuatro paredes, con la idea de que la creatividad puede darse en cualquier espacio, por lo que para el curso de verano optaron por los Iverna Gardens en donde enseñan a los pequeños sobre los “arquitectos de la naturaleza”, aquellos animales que rediseñan los espacios para crear sus hogares.