Elegancia, espacio y visibilidad. Estos son algunos de los elementos que se asocian con la altura y por lo que los techos altos son tan populares y deseados. Tener altura o generar la ilusión de un mayor espacio vertical, no es solo una cuestión estética, también tiene un efecto a nivel personal. La sensación de amplitud, en el lugar en el que convives, mejora el estado de ánimo y puede ser reconfortante. No obstante, aprovechar estas dimensiones no siempre se logra de la mejor manera y en cambio se puede caer en un espacio que se sienta frío y vacío.
Las grandes paredes son una oportunidad para experimentar, desde la decoración hasta el aprovechamiento del espacio. Lo primero que hay que hacer es volverlo en un foco de atención en lugar de ignorarlo. Para ello, hay que incorporarlo al ambiente que se genera al nivel de la vista, de manera que el cuarto no se sienta dividido entre lo que hay arriba y todo lo que hay abajo.
Atracción con arte
A menos que haya un motivo para alzar la vista, lo más probable es que nunca se haga y aunque haya una sensación de especialidad vertical esta se desaprovecha. Para ello hay que decorar la pared más allá de donde queda el nivel de los ojos y continuar ese elemento que atrae la mirada hacia arriba para provocar el deseo de voltear a ver. Una de las tendencias más llamativas para la colocación de obras de arte es la de estilo galería que en lugar de limitar un solo cuadro por muro, realiza una composición con varias piezas en una misma superficie. Las paredes de gran altura son grandes aliados para este tipo de composiciones, comenzado al nivel de los ojos y subiendo.
Color y textura
Colocar las cortinas a la altura del techo provoca una sensación de unidad. Incluso si la ventana no llega hasta el borde, es preferible colgarlas hasta arriba, de esta forma se evita que quede un espacio vertical con una línea horizontal cortándolo. El efecto está cargado con dramatismo y provoca la sensación de amplitud sin caer en la frialdad, ya que se está añadiendo textura a todo el espacio. En cuanto al estilo, es mejor optar por colores sólidos, ya que los patrones pueden ser demasiado cargados al usarlos en grandes cantidades.
Detalles que unifican
Los bordes de las paredes que tocan el suelo suelen adornarse con zoclos, patrones con pintura, líneas o incluso viniles y papel tapiz. Esta es la costumbre porque están más cerca de la persona y eso los hace más visibles. Los bordes superiores también deberían tener un tratamiento detallado para crear unidad con lo que se encuentra a nivel de piso y entonces invitar a la vista.
Juego de luz
En lugar de apostar por fuentes de luz empotradas, los techos altos abren la oportunidad de jugar con distintos tipos de lámparas. Dependiendo de la decoración general, éstas pueden ser cargadas o minimalistas, pero la idea es que sean llamativas. No solo es la luz la que atrae, también es el elemento que la emite. Para espacios arrinconados es mejor una lámpara más sencilla que no se sienta acorralada, mientras que las áreas con más espacio vertical pueden adoptar elementos más elaborados que se coloquen al centro del salón, o sobre la mesa de centro o del comedor, por ejemplo.
Combinación de materiales
Elegir una sola pared que resalte entre las demás es una gran opción para convertir un espacio vacío en uno que transmita un estilo particular. Para hacer el espacio resaltar solo es necesario cubrir la pared elegida con un material distinto que juegue tanto en color como en textura. Ladrillos, piedras, azulejos o paneles de madera no necesitan una remodelación costosa y larga y pueden convertir un espacio por completo al tiempo que se le imprime la personalidad que va a imperar en toda la decoración. Para una opción más sencilla se puede optar por cambiar únicamente el color de la pared, o bien cubrirla con un papel tapiz llamativo.
Almacenamiento ampliado
Cubrir los muros con estantes es una excelente manera de aprovechar el espacio, siempre y cuando no se recarguen demasiado, porque pueden provocar la ilusión de que un techo es más bajo de lo que realmente es. Mientras los estantes tengan suficiente separación y entre los objetos haya aire, las paredes altas son ideales para montar repisas, estantes o libreros completos empotrados.
Techos contrastantes
Convertir al techo en protagonista es una gran manera de acentuar la altura de un lugar, en una capa de pintura llamativa puede funcionar, vale la pena incorporar otras opciones que inyecten personalidad a través del diseño, como una cubierta o vigas de madera, un perímetro iluminado o un patrón que evoque textura.