Las fachadas son la cara de las construcciones, capaces de capturar nuestro gusto en un segundo o todo lo contrario, piezas fundamentales en la arquitectura que cada vez se vuelven más atrevidas. Una tendencia que no ha dejado de crecer es el uso de cristal para su decoración, fuera muros de concreto, llega una especie de voyeurismo que invade a la materia y permite apreciar el exterior desde el interior y, a veces, viceversa.
Ubicado en Nanjing, China, el Jinji Shangshuli Showroom fue una restauración elaborada por el despacho Mix Architecture bajo el objetivo de crear un espacio de doble altura. La fachada se concentró en enfatizar la segmentación vertical de las unidades en “muros de cortina”, la ilusión que genera se logró utilizando un acristalamiento de color con un patrón impreso.
BE Design presentó Mega Center, un espacio cultural en Xuzhou, también en China. Su diseño se centra en una caja de teatro elevada cuya fachada está formada por dos capas, la parte interna está cubierta de madera, mientras que la externa es de un sistema de vidrio abierto de dos tipos: esmerilado y transparente.
Glasir Tórshavn College es un proyecto elaborado por Bjarke Ingels Group (BIG), ubicado en la capital de las Islas Feroe, Tórshavn. Su concepto alberga tres escuelas: el Colegio Técnico Tórshavn, el Colegio de Negocios y un gimnasio. Su estilo se destaca por la fachada circular de vidrio que contrasta con el entorno y da acceso a las vistas de la ciudad.
Las Crystal Houses de MVRDV están de regreso, su nuevo inquilino esta vez es la marca de lujo Hermès. Adornando el paisaje holandés, la fachada se propuso como una mezcla entre la herencia arquitectónica de Amsterdam y la arquitectura internacional. El resultado: ladrillo tradicional fusionado con ladrillo de cristal.
Esta obra se trata de una escuela de música ubicada en el centro de la ciudad de Louviers-Normandía, una restauración de lo que antes fue el Monasterio de los Penitentes (1646 y 1659), años después una prisión (1789) y, por último, un colegio musical (1990). Los restos del claustro se mantuvieron sobre el río L'Epervier formando una imagen “impresionista”. ¿El objetivo? Ofrecer un espacio cuyas instalaciones fueran modernas, funcionales y atractivas, mientras representaban la política cultural de la ciudad. La nueva Escuela Musical de Louviers fue desarrollada por Opus 5 Architectes y de una de las características principales de la remodelación es que la fachada norte está hecha de paneles vidriados laminados, la capa interior fue recubierta con un acabado de espejo (titanio, siliconitruro, cromo).
El edificio de oficinas Corso II representa una continuación del ya completado Corso Karlín, en Praga. Un ejemplo de la mezcla de arquitectura moderna con la tradicional capital de República Checa. Las fachadas de cristal consisten en áreas de ventanas conectadas con paneles periféricos recubiertos con estuco veneciano. Adicionalmente, en su interior se encuentra un atrio acristalado con vegetación que proporciona espacio extra para las actividades sociales. El diseño fue llevado a cabo por Ricardo Bofill.
Stanton Williams restauró la Royal Opera House de Londres, en Reino Unido, con el objetivo de crear un espacio cultural y social que fuese acogedor e inclusivo. Para ello abrieron el edifico histórico al paisaje urbano. La planta baja fue reconfigurada para darle al público un vestíbulo amplio, también se llevó a cabo un rediseño para las entradas Bow Street y Covent Garden. Otras intervenciones incluyen una terraza pública con vistas a Bow Street y la renovada terraza del anfiteatro, que se ha cerrado parcialmente para formar un jardín de invernadero, abierto todo el año con vistas a la plaza Covent Garden. Algunos de los materiales que utilizaron para la restauración fueron: nogal negro americano, mármol y latón patinado.