Con más de tres décadas creando, el escultor mexicano Jorge Yázpik (CDMX, 1955), ha desafiado a distintos elementos, convirtiéndolos en esculturas abstractas y presentándolas sobre mesas, en pisos, muros y en distintas y variadas posiciones, siempre a gusto del artista, del momento y de los espacios, sin olvidar los espacios públicos, donde éstas parecen descansar como si de allí mismo fueran.
El punto central de su obra es el acercamiento al material, enfocándose en las formas naturales del mismo y negociando con él y los límites que se imponen. Talla directa, casi siempre sin modelos o maquetas (sobre todo cuando hablamos de tallar piedra). Imaginación, el otro pilar, siempre abierta ante la posibilidad. Sus obras se adaptan al uso versátil del espacio y la funcionalidad, manteniendo una individualidad esencial, aunque el artista es reticente a otorgarles un sentido único.
Las esculturas de piedra reflejan el legado del arte y la arquitectura antiguos, los espacios vacíos y laberínticos, geométricamente armados, contrastan con los contornos orgánicos de la piedra, creando una integración entre opuestos. El artista emplea un lenguaje no simbólico hecho a base de elementos visuales y proporciones espaciales, un lenguaje que precede a las palabras y las imágenes para hablar. Yázpik involucra al espectador visual, táctil, espacial y arquitectónicamente.
Algunos de sus trabajos combinan elementos como el agua, la luz, la vegetación y las estructuras circundantes. Pero la monumentalidad no es exclusiva de sus obras a gran escala; sin importar su dimensión, todas sus esculturas exigen un compromiso directo con el entorno, en el cual permanecen como una presencia imperturbable, conteniendo movimiento y calma, corporalidad y vacío, origen y destino.
Su trabajo se ha presentado internacionalmente en exposiciones individuales y colectivas, como el Museo Soumaya, el Museo de Arte Moderno, el Museo Rufino Tamayo, el Museo Diego Rivera (Anahuacalli) y la Casa Barragán en la Ciudad de México, el Museo de Arte Moderno en Cali, Colombia, Museo Nacional de Bellas Artes en Montevideo, Uruguay, el Petit Palais en París, la Expo 2000 de Hannover, Alemania y la Expo Milano 2015, Italia.