Hoy en día es prácticamente imposible ignorar el medio ambiente al embarcarse en un nuevo proyecto, la conciencia ecológica se ha convertido en norma y el futuro comienza a trazarse bajo su dictamen.
Woven City es prueba de ello, Toyota acompañado por BIG, Bjarke Ingels Group, se embarca en un nuevo reto, crear una ciudad 100% sostenible. La metrópoli estará situada a los pies del Monte Fuji en Japón y su objetivo será mezclar la tecnología con la ecología trabajando al servicio del medio. Por el momento, será un prototipo que abarcará un terreno de aproximado de 70 hectáreas.
La ciudad consistirá en un ecosistema totalmente conectado y alimentado por celdas de combustible de hidrógeno. Definido como un “laboratorio viviente”, incluirá residentes e investigadores de tiempo completo, que probarán y desarrollarán tecnologías tales como autonomía, robótica, movilidad personal y hogares inteligentes. Lo principal, como mencionamos, es conseguir un espacio plenamente sostenible, sus edificios serán elaborados con madera para reducir al mínimo la huella de carbono y, además, se utilizará la técnica tradicional de construcción japonesa, de la mano de los métodos robóticos de producción. Sus habitantes solo podrán utilizar vehículos sin emisiones, totalmente autónomos, para circular por las vías principales.
El número de residentes comenzará en 2000 personas e irá aumentando a medida que el proyecto evolucione. En un principio, Toyota poblará a la ciudad con sus empleados, sus familias, comerciantes, científicos, representantes de la industria y parejas jubiladas.