Llega a la Ciudad de México la exposición de James Turrell, Pasajes de luz, del 22 de noviembre al 29 de marzo del 2020, en el Museo Jumex. Un recorrido a los límites de la percepción humana, desafiando la clasificación simple del canon artístico.
La presentación muestra la luz como el medio, los campos saturados de color creados adquieren una presencia física, esto se logra gracias a una comprensión científica de los efectos de la luz mezclados con la visión del artista. Las meditaciones silenciosas sobre el tiempo y el espacio son inevitables, el propósito es que se extiendan más allá del espacio físico del museo, que los cielos y los cuerpos celestes parezcan terrenales a los ojos del espectador gracias a las estructuras colosales del artista.
Pasajes de luz será distribuida por dos de las galerías del museo, dos instalaciones a gran escala ofrecen un contraste de experiencia y la pérdida del horizonte se produce tanto en la luz como en la oscuridad.
Un Ganzfeld (experimento utilizado en el campo de la parapsicología, que utiliza una estimulación sensorial para producir un efecto similar al aislamiento sensorial) será posicionado en la galería del primer piso y es una de las instalaciones más importantes de Turrell. La experiencia disuelve la arquitectura por medio del uso de “campos totales” de color intenso. Dark Space es la pieza elaborada para la terraza del recinto, la cual consiste en proporcionar la mínima iluminación para que las imágenes aparezcan desde dentro del ojo de los visitantes. Juntas presentan dos extremos que el artista describe como “ver detrás de los ojos” o, “verte a ti mismo ver”.
La galería 2 estará dedicada a la trayectoria de Turrell, desde sus primeras obras experimentales que realizó en Los Ángeles en 1960, hasta las instalaciones a gran escala en el Museo Jumex. Éstas tuvieron su inicio en el estudio del artista en el Mendota Hotel, donde comenzó a desarrollar formas de controlar la luz proyectada para crear espacios (finales de los años 60 y principios de los 70).
Estas piezas irán acompañadas de documentación y modelos de Roden Crater, la obra maestra del artista, proyecto que busca convertir un volcán extinto en Arizona en una instalación; se ha trabajado en él durante los últimos 45 años.
