La imitación de clásicos arquitectónicos es un suceso común, ya sea tomando algunos elementos o edificios enteros. Sociólogos e historiadores clasificaban este fenómeno como una característica de la cultura postmoderna, sin embargo, el número de réplicas urbanas se ha multiplicado en los últimos años.
El término hiperrealidad se acuñó en el siglo XX para definir imitaciones de la realidad, que intentan producir algo mejor. Sociólogos, filósofos y arquitectos, exploraron el tema en ciudades de Estados Unidos, al observar el creciente número de réplicas de sitios icónicos. Ciudades como Las Vegas, se destacaron por la elaboración de versiones a escala de la Torre Eiffel, los canales de Venecia y las pirámides de Giza. Jean Baudrillard explicó la hiperrealidad como un simulacro que tiene como resultado copias que pretenden ser la realidad. El consumo popular de estos espacios de manera turística y, más reciente, inmobiliaria se explicó como la búsqueda del entretenimiento por encima de la autenticidad.
Para Umberto Eco, en su libro Viajes a la Hiperrealidad (1975), la sensación de sustitución de la realidad por un simulacro tenía su máxima expresión en Disneyland. El hincapié que hace en éste se debía a la exhibición “Animal Kingdom”, su capacidad por fabricar una realidad más cautivadora que su contraparte.
Es un lugar donde los animales no necesitan ser persuadidos, (…) Disneyland nos dice que la tecnología nos puede dar más realidad que la naturaleza. -Umberto Eco
La hiperrealidad solucionó el problema urbano que tenían algunas ciudades nuevas, como carecer de sitios culturales o de interés, a través de comisionar e imitar. Ese fue el caso de Las Vegas, por medio del conjunto de símbolos culturales expuestos en la avenida The Strip, se convirtió en un parque temático urbano. Actualmente, la fabricación de ciudades simulacro se ha vuelto una práctica en China, donde cuentan con réplicas de poblados europeos completos.
En la hiperrealidad el territorio ya no precede al mapa, es el mapa lo que engendra el territorio. -Jean Baudrillard.
Tianducheng, China
Este complejo habitacional, en la provincia de Zhejiang, es una réplica a escala de la ciudad parisina. Consta de varios amagos de monumentos característicos de Francia, como la Torre Eiffel, la fuente de Versalles y un eje central similar a Campos Elíseos. Se construyó en 2007 con la intención de albergar a 10,000 habitantes y, aunque tardó una década en poblarse, en la actualidad viven casi 30,000 personas.
Hallstatt, China
Es una copia del poblado del mismo nombre en Austria, en la provincia de Luoyang. Además de una reproducción muy cercana del estilo arquitectónico de la ciudad europea, los desarrolladores duplicaron la icónica iglesia central. A pesar de las preocupaciones relacionadas con temas de autenticidad, el gobierno de Austria declaró que es una oportunidad para atraer turismo a la villa original.
Thames Town, China
Thames Town es un suburbio en el distrito Songjiang, construido en 2006, toma su estilo de la arquitectura inglesa colocando de forma cinematográfica las icónicas casetas telefónicas rojas, calles adoquinadas, y una iglesia neogótica igual a la Iglesia de Cristo, en Clifton Bristol. Aunque la popularidad del sitio como destino turístico fue alta, es considerado un pueblo fantasma por su baja densidad habitacional.
Bibliografía
Nelson Graburn, Gravari-Barbas Maria & Staszak Jean-François (2019) Simulacra, architecture, tourism and the Uncanny, Journal of Tourism and Cultural Change, 17:1, 1-12, DOI: 10.1080/14766825.2019.1560773
Michael, Chris. Clone wars: city replicas around the world. The Guardian.