El mediterráneo jamás pasará de moda, la intensidad del azul, el clima, las playas paradisíacas y el mítico blanco que adorna su paisaje son algunas de las razones por las que domina el mundo del turismo veraniego.
La casa de verano diseñada por Kapsimalis Architects está ubicada en el pueblo de Fira, Santorini. La idea principal fue conservar de la mejor manera la antigua residencia en ruinas y transformarla en una casa minimalista para pasar las vacaciones. El diseño está integrado por la arquitectura cubista en blanco (tradicional de la localidad), con un giro contemporáneo, y el reto fue adecuar el proyecto a la forma irregular y estrecha del edificio. Los materiales que se utilizaron fueron concreto reforzado y piedras volcánicas existentes, yeso blanco para las paredes tanto de exterior como interior y cemento para el piso.
Debido a la falta de espacio, el primer piso es un área abierta que contiene la sala, la habitación, la cocina, un vestidor y el baño, todo acomodado en fila para aprovechar al máximo el espacio; se evitó utilizar paredes y la decoración fue simple. La entrada cuenta con un pequeño patio con vista al volcán, mientras que una escalera exterior transporta al piso superior que cuenta con una pequeña piscina. Un apartado extra se encuentra en el mismo piso y contiene una habitación con un baño.