Otras firmas como Gucci, hizo lo propio en 2016 cambiando sus oficinas centrales a una antigua fábrica de aviones, en Milán; o Balenciaga, ocupando el antiguo edificio del hospital Laennec, en el distrito 7 de París.
Y éstas no han sido las únicas. Las casas más icónicas ya no solo buscan establecerse en este tipo de edificios históricos y significativos, cuya historia habla por sí sola. Tampoco pretenden, únicamente, alojar y exhibir sus colecciones, sino que buscan “destacar”, creando sus propios espacios hechos por los arquitectos más reconocidos (y cotizados) del mundo, convertirse en joyas arquitectónicas y parada obligatoria para turistas y amantes de la industria (no precisamente de moda). ¿Ejemplos? Muchos.
- Casa Dior, en Seúl, por Christian de Portzamparc
En 2015 la maison abrió en Coreo del Sur, y con ella el diseño del Pritzker de arquitectura Christian de Portzamparc. EL edificio es curvilíneo y blanco, destacando de los demás que lo rodean, asemejándose en su fachada a telas de algodón blanco que fluyen de manera constante, como si fuera una edificación en movimiento.
- Camper, en Barcelona, por Kengo Kuma
Además de exponer toda la colección de calzado de la firma española, se puede contemplar el ejercicio creativo de uno de los arquitectos del momento. El japonés usó únicamente tejas de cerámica, elemento muy característico de la tradición arquitectónica del país el nuevo espacio.
- Hermès, en Tokio, por Renzo Piano
La embajada de la marca se inspiró en las clásicas lámparas de papel asiáticas. Las 15 plantas del edificio destacan por el uso del cristal, utilizando miles de bloques apilados para su recubrimiento.
- Givenchy, en Seúl, por Piuarch
En colaboración con Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy hasta el año 2017, la flagship de la marca en Seúl es un edificio cubierto por una piel de planchas de acero que cambian en función de la luz, generando distintos efectos ópticos.
- Céline, en Miami, por Valerio Olgiati
Abriéndose paso en el mundo de la arquitectura vanguardistas, Céline abrió sus puertas centrándose en un proyecto minimalista, en un templo fabricado en mármol azul, Pinta Verde, con formas piramidales que se ensamblan con grandes y gruesas columnas de concreto.