Nadine Engelbrecht es la mente detrás de la reconstrucción de una casa ubicada al borde de los suburbios de Pretoria, Sudáfrica. Construida en 1949 (por su entonces dueño F.P.V. Kruger) en estilo simple, el cual reflejaba la vida de la época.
El nuevo cliente buscó preservar la historia pero dándole una nueva vida, su arquitectura era fría y oscura, con pequeñas ventanas y un jardín exuberante, que pasó a ser la pieza principal de la obra. Se le agregaron ventanales, habitaciones (antes solo había dos), baños y un apartamento para invitados con acceso privado. La orientación noroeste del sitio planteaba varios desafíos como la luz solar no deseada y el calor excesivo en la casa. Por lo tanto, las ventanas de los dormitorios están diseñadas en ángulo inclinado hacia las paredes, posicionándose hacia el norte.
La entrada de la casa es una estructura rectangular simple. Una sola planta separa el edificio antiguo del nuevo y divide la planificación de la casa para colocar espacios en la estructura antigua y habitaciones privadas en la nueva. Los materiales que se utilizaron fueron, ladrillo y mortero para las paredes, y láminas corrugadas para el techo. Para enfatizar la diferencia de épocas, se mantienen los muros viejos enlucidos lisos, mientras que las paredes nuevas simplemente se pintan. El pavimento de pizarra y las ventanas con marco de acero complementan los métodos tradicionales de construcción.
