Próxima parada: el diseño

Próxima parada: el diseño


La fantasía detrás de los viajes en tren está en su diseño, atemporales o modernos, no importa el estilo, de igual forma transportan a otra época y, además, hoy en día es un placer y un ‘hit’ viajar en ellos. Lujosos hasta la médula ofrecen impresionantes vistas que acompañan durante todo el recorrido.


La historia de este antiquísimo medio de transporte se remonta a los griegos. Conocido como diolkos y creado en el siglo VI a.C., sus vías en lugar de estar levantadas se escarbaban en el suelo de roca y eran una especie de vagones gigantes que servían para transportar los barcos que utilizaban para cruzar el estrecho de Corinto. La Edad de Bronce dio paso a los primeros rieles de madera, usados para el transporte de materiales de las minas. Los ferrocarriles que más se parecen a lo que conocemos hoy en día surgen durante los siglos XVI (Transilvania) y XVII (Inglaterra), y ambos funcionaban gracias a la tracción animal siendo sus rieles también de madera.

El siglo XIX fue la entrada a los carriles de acero, gracias al sistema Bessemer (el primer proceso químico que sirvió para la producción a gran escala de acero). Esto dio pie a que en 1802 Richard Trevithick inventara la primera locomotora funcional a vapor. 200 años después, la tecnología y el diseño ha evolucionado permitiendo que los viajes sean más cortos y entre otras cosas, tengan mayor seguridad. Aquí presentamos algunos de los trenes más llamativos del momento.

Belmond Andean Explorer

Este es el primer tren nocturno de lujo de Sudamérica, desde Cusco atraviesa los puntos destacados de la región como el lago Titicaca y el cañón de Colca hasta la ciudad blanca de Arequipa.

El interiorismo de cada vagón se conforma por muebles artesanales y acentos peruanos, y cuenta con tres tipos de cabinas: literas, dos camas y la suite; acabados de madera, paredes cubiertas con lino y baños de piedra local son algunos de los detalles que se podrán encontrar en su diseño.

Fotos: Belmond

Venice Simplon-Orient-Express

Ícono del art déco, Belmond vuelve a romper el molde con el tren más famoso del mundo. Su diseño cuenta con madera pulida, tapizados y accesorios de época, la elegancia y el glamour de la Edad de Oro se puede respirar en cada trayecto.

Ofrece cabinas tradicionales (suite, individual y gemelas) y las Grand Suites, una verdadera oda al lujo, una colección de estancias bajo el nombre de tres de las ciudades más románticas de Europa: París, Venecia y Estambul. (Cada una de ellas representa la ciudad bajo la que está nombrada).

Fotos: Belmond

Chepe Express

Este no es un tren hotel, pero atraviesa uno de los destinos más populares de México. Cuenta con seis carros de pasajeros (con capacidad para 340 personas), un restaurante, una terraza y un carro bar.  El trayecto es de 350 kilómetros y se puede bajar del tren en las paradas de El Fuerte, Divisadero y Creel.

Fotos: Chepe Express

Transcantábrico Gran Lujo

Su estilo se remonta a los años 20 y recuerda con nostalgia la época fuerte de los grandes expresos. Su inspiración se debe al cine y las múltiples obras literarias que hablan sobre los viajes en tren, claro que con el plus de las amenidades propias del siglo XXI.

Las suites están decoradas con madera y se distribuyen en dormitorio, salón y baño privado. Los salones están realizados sobre los coches Pullman originales de 1923, piezas del patrimonio histórico-ferroviario, además de ser áreas para la convivencia y relajación.

Fotos: Transcantábrico Gran Lujo

Blue Train

La salida de este tren es de Pretoria o Ciudad del Cabo, un recorrido sudafricano albergado en un hotel movible cinco estrellas. Las cabinas tienen opción de ser Deluxe Suite y Luxury Suite, ambas con la posibilidad de ser cama matrimonial o dos individuales. Tres áreas comunes: Observation Car, los huéspedes podrán disfrutar del paisaje africano; el Lounge Car, un bar más relajado; y el Club Car, la única área en la que está permitido fumar y que es una especie de gentlemen's club.

Fotos: Blue Train

Golden Eagle

Diseñado para proporcionar la mayor comodidad posible, es una especie de Transiberiano pero no siempre sigue la misma ruta, tiene distintos planes que van desde la Ruta de la Seda hasta una probada de Italia.

Presenta tres tipos de habitaciones, la Imperial Suite, la Gold Class y la Silver Class, todas ellas equipadas para cubrir las necesidades de los huéspedes. El bar y los restaurantes cuentan con actividades de entretenimiento como clases de ruso y el bar se mantiene abierto durante la noche hasta que el último comensal decida irse.

Fotos: Golden Eagle