La Haute Couture de la arquitectura

La Haute Couture de la arquitectura


Que la arquitectura y moda han ido de la mano a lo largo de la historia no es nada nuevo, pero es hoy en día cuando las maisons más reconocidas buscan a sus homólogos en diseño y arquitectura para que sus tiendas sean verdaderas obras de arte.


Después de tres años de trabajo, la nueva sede la archiconocida firma de moda Saint Laurent, se muda. ¿Dónde? Al otro lado del río Sena, a un edificio histórico creado por el arquitecto Thomas Gobert, y que ya tuvo otras vidas. En sus inicios sirvió como convento, más conocido como Abadía de Penthemont, pasando más adelante a ser una de las escuelas más prestigiosas para las clases altas del París de la época. Después de la Revolución Francesa el inmueble fue reconvertido primero en cuartel para la Guardia Nacional y después de la Guardia Imperial, todo esto antes de convertirse en el Departamento de Pensiones en 1915.

Ahora, 9,000 metros cuadrados han sido renovados para fungir como nuevo hogar y albergar todas las actividades de la marca, así como exposiciones.

Fotos: YSL

Otras firmas como Gucci, hizo lo propio en 2016 cambiando sus oficinas centrales a una antigua fábrica de aviones, en Milán; o Balenciaga, ocupando el antiguo edificio del hospital Laennec, en el distrito 7 de París.

Headquarters de Gucci en Milán (Foto: Andrea Martiradonna)Y éstas no han sido las únicas. Las casas más icónicas ya no solo buscan establecerse en este tipo de edificios históricos y significativos, cuya historia habla por sí sola. Tampoco pretenden, únicamente, alojar y exhibir sus colecciones, sino que buscan “destacar”, creando sus propios espacios hechos por los arquitectos más reconocidos (y cotizados) del mundo, convertirse en joyas arquitectónicas y parada obligatoria para turistas y amantes de la industria (no precisamente de moda). ¿Ejemplos? Muchos.

- Casa Dior, en Seúl, por Christian de Portzamparc

En 2015 la maison abrió en Coreo del Sur, y con ella el diseño del Pritzker de arquitectura Christian de Portzamparc. EL edificio es curvilíneo y blanco, destacando de los demás que lo rodean, asemejándose en su fachada a telas de algodón blanco que fluyen de manera constante, como si fuera una edificación en movimiento.

Foto: Nicolas Borel- Camper, en Barcelona, por Kengo Kuma

Además de exponer toda la colección de calzado de la firma española, se puede contemplar el ejercicio creativo de uno de los arquitectos del momento. El japonés usó únicamente tejas de cerámica, elemento muy característico de la tradición arquitectónica del país el nuevo espacio.

Foto: Camper- Hermès, en Tokio, por Renzo Piano

La embajada de la marca se inspiró en las clásicas lámparas de papel asiáticas. Las 15 plantas del edificio destacan por el uso del cristal, utilizando miles de bloques apilados para su recubrimiento.

Foto: Renzo Piano- Givenchy, en Seúl, por Piuarch

En colaboración con Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy hasta el año 2017, la flagship de la marca en Seúl es un edificio cubierto por una piel de planchas de acero que cambian en función de la luz, generando distintos efectos ópticos.

Foto: Givenchy- Céline, en Miami, por Valerio Olgiati

Abriéndose paso en el mundo de la arquitectura vanguardistas, Céline abrió sus puertas centrándose en un proyecto minimalista, en un templo fabricado en mármol azul, Pinta Verde, con formas piramidales que se ensamblan con grandes y gruesas columnas de concreto.

Foto: Mikael Olsson