Efecto Bilbao

Efecto Bilbao


Ciudades en el olvido que se lanzan al estrellato gracias a un plan arquitectónico, proyectos que marcan nuevas épocas, tendencias que darán de qué hablar por muchos años y edificios que impactan más que su contenido.


Obras de arte se alzan para tocar el cielo y presentar a ojos de sus visitantes lo que se consideraba imposible. Arquitectura sin límites y con un propósito: llenar de una nueva vida a sus metrópolis.

Museo Guggenheim (Bilbao, España)

Al borde de la Ría de Bilbao se levanta el Museo Guggenheim, su brillo y sus formas destacan a distancia, su presencia impone a todos los amantes de la materia y es que sus curvas vertiginosas desafían las leyes y lo posicionan como una de las obras más importantes del siglo XX. El arquitecto Frank Gehry es el maestro detrás del proyecto y su visión quedó plasmada en un extensión de 24,000m2, de ellos, 11,000 están destinados a espacios de exposición.

Foto: Museo Guggenheim de Bilbao

El museo fue parte de un master plan para renovar y modernizar la ciudad portuaria. En 1991, el Gobierno Vasco le propuso a la Fundación Solomon R. Guggenheim financiar la construcción del museo y en 1997 (año de su apertura) miles de turistas visitaron Bilbao para conocer la nueva muestra arquitectónica. Quizás sea una de las obras que más impacto ha tenido en una ciudad durante mucho tiempo y gracias a ella hoy se conoce el “Efecto Bilbao” que, además de posicionarse como un referente arquitectónico y cultural, el proyecto generó, en tan solo tres años, un total de 3,600,000 de visitas al País Vasco. De ellas, un 83% fueron exclusivamente a ver el museo y, además, la existencia del mismo creó aproximado de 4,000 empleos, que se mantuvieron debido a la actividad generada por el recinto.

Foto: Museo Guggenheim de Bilbao

Su diseño fue tan complejo que para ponerlo en marcha se ocupó CATIA (un software de diseño 3D, inicialmente utilizado para la industria aeroespacial). Este programa se empleó para trasladar fielmente su concepto a la estructura y facilitar su construcción. Los materiales que se usaron fueron piedra caliza, vidrio y titanio, este último fue utilizado para la piel del edificio con un aproximado de 33,000 planchas para el efecto rugoso.   

Casa da Musica (Oporto, Portugal)

Oporto es una de las ciudades más turísticas de Europa, algo relativamente nuevo ya que el turismo en Portugal crece con los años y está posicionado como un referente arquitectónico a nivel mundial. En 2001 fue seleccionada como una de las capitales culturales de Europa y por ello, el Ayuntamiento y el Ministro de Cultura crean Porto 2001, un proyecto que consiste en promover y realizar distintas intervenciones urbanas y culturales en la ciudad. De esta forma OMA (una firma internacional de arquitectura y urbanismo encabezada por nueve arquitectos, entre ellos Rem Koolhaas, Ellen van Loon, Reinier de Graaf, Shohei Shigematsu, Iyad Alsaka, David Gianotten, Chris van Duijn, Ippolito Pestellini Laparelli y Jason Long) ganó el proyecto de una nueva sala de conciertos situada en el centro histórico de Oporto.

Foto: Casa da Musica

Su construcción posicionó a la metrópoli portuguesa en el mapa de las grandes arquitectónicas y hoy en día sigue siendo referente por su geométrico diseño, fachada de hormigón blanco y su original interior que destaca por sus paredes revestidas con madera contrachapada y sus vetas con relieve dorado para darle dramatismo al ojo del espectador. El área VIP de la Casa da Musica está decorada con azulejos pintados a mano, además, los visitantes pueden deleitarse con las vistas de la terraza (posicionada en la azotea), revestida con un patrón geométrico con baldosas blancas y negras.

Foto: Casa da Musica

El espacio principal es el Gran Auditorio, cuenta con 1,300 asientos, tiene fachadas de vidrio corrugado logrando volver a Oporto el telón de las presentaciones. Como tal, no existe un vestíbulo y los espacios adjuntos al Gran Auditorio se conectan por medio de escaleras, entre ellos se encuentra un espacio de actuaciones con asientos fijos, 10 salas de ensayo, estudios de grabación, un restaurante y un área educacional.

Foto: Casa da Musica

Kunsthaus Graz (Graz, Austria)

El extraterrestre amigable de Colin Fournier y Sir Peter Cook (los arquitectos) fue inaugurado en 2003, mismo año que Graz recibió el título de Capital Europea de la Cultura.

Foto: Kunsthaus Graz (en esta imagen se puede apreciar como el edificio se integra entre la urbanización)

El biomorfo edificio se levanta en el centro de la ciudad desafiando el trecho ultramoderno contra la histórica localidad austriaca, para presentar la unión perfecta de dos épocas. Además, es responsable con el medio ambiente ya que en su exterior se compone de paneles solares que generan la energía necesaria para el funcionamiento de las instalaciones. Su fachada curva se conoce como Big Façade, gracias a que presenta una pantalla con fuentes de luz bajo su piel y estos son controlados por computadora. Las colecciones que presenta están relacionadas con el arte contemporáneo, el cine y el diseño.

Foto: Kunsthaus Graz

Esta obra destaca por la agilidad con la que se acopló a la ciudad, que como por fuerza de atracción, encajan a la perfección y, además, integró distritos urbanos que estaban olvidados.

Foto: Kunsthaus Graz

Filarmónica de Elba (Hamburgo, Alemania)

Catalogada como la obra más importante de 2017, es diseño de la firma de arquitectos Herzog & de Meuron, quienes decidieron posicionarla encima del edificio Kaispeicher A (construido en 1960 y que servía para almacenar tabaco, cacao y té), proyecto llevado a cabo por el arquitecto Werner Kallmorgen. Las dos partes del edificio están unidas por el Plaza, un espacio abierto al público que tiene acceso a las distintas zonas de la Filarmónica.

Foto: Filarmónica de ElbaEl Grand Hall es el auditorio principal, con 50 metros de alto y 2,100 asientos, destacado por ser el corazón de la filarmónica. Otra área que sobresale es la Plaza, un espacio dedicado al público con vista de 360º hacia la ciudad y el puerto. Turistas y locales también pueden disfrutar del restaurante y sus amenidades.

Ésta es, sin duda, una puerta que enlaza a la ciudad de Hamburgo con el mundo de la música. La filarmónica se ha dado a la tarea de descubrir nuevos sonidos y ser el escenario de importantes solistas y orquestas. Su diseño, propio del siglo XXI, se levanta a lo lejos y gracias a su fachada de cristal, el albergue musical se pierde con el horizonte de la ciudad creando un efecto óptico interesante para los amantes de la arquitectura.

Estos son tan solo algunos ejemplos sobre edificaciones como arma de restauración, una tendencia que poco a poco ha sido adquirida por las metrópolis del mundo y que resulta en un legado arquitectónico deslumbrante.