El ladrillo es uno de los materiales de construcción más antiguos de la historia, su uso se data desde los agricultores del neolítico del Levante Mediterráneo. La arcilla es el primer elemento utilizado para hacer ladrillos, también conocidos como adobes que se secaban al sol. La diferencia hoy en día entre ambos es que el primero se seca en hornos de altas temperaturas.
La corriente del ladrillismo (1920-30) estuvo presente principalmente en Alemania y Holanda, de la mano del expresionismo, pero más enfocada en la arquitectura. Esto es prueba de las propiedades decorativas de un material que parece nunca pasar de moda y que se perpetúa en la vida del hombre, ¿será su practicidad, el toque rural o su llamativo contraste lo que hace que sea eterno?
La Flagship Store de Céline, en Seúl (Corea del Sur), presenta en todo su exterior ladrillo Corso Terra Dragwire (en tono Vintage Bianco). La firma de arquitectos Casper Mueller Kneer, propusieron una fachada con enfoque tridimensional y volumétrico, lo que le da una identidad única.
A solo unos pasos del Jardín Majorelle se levanta el museo dedicado a Yves Saint Laurent, en Marrakech (Marruecos). Diseñado por Studio KO e inspirados en la trayectoria del grande de la moda, presentaron una fachada de cubos con una cubierta de ladrillos que imita la trama de la tela gracias a su forma de encaje. Foto: Nicolas Mathéus
Interval Architects fueron los encargados de la reconstrucción de Tower of Bricks, un establecimiento ubicado en el parque botánico Hengshui (China). Antes de la restauración el recinto era un horno de ladrillo, que debido a la prohibición de la quema del mismo material (debido a ser muy contaminante), fue abandonado. El nuevo centro es una galería de arte botánico y está abierto al público, la torre (chimenea) es una especie de mirador. El ladrillo fue una pieza fundamental para la arquitectura y también se utilizó como un medio para recordar lo que alguna vez fue el edificio. Foto: Zhi Geng
Sidney, Australia, es el hogar de ARC, un edificio diseñado por Koichi Takada Architects, quienes se concentraron en combinar lo antiguo con lo nuevo. Ladrillos realizados a mano y un techo orgánico son los verdaderos protagonistas del proyecto. Foto: Martin Siegner
El centro comercial, Red Brick Warehouse, alberga una variedad de pequeñas tiendas, eventos de temporada y una vista frente al océano y al Muelle de Osanbashi. Fue inaugurado en 1913 y desde entonces es un atractivo turístico en Yokohama (Japón).
La Biblioteca Central de la Universidad Eafit, en Colombia, fue un proyecto encabezado por Juan Forero Arquitectos. Constituido por dos edificios ligados por puentes y con accesos separados, uno es la biblioteca y el otro el edificio técnico. El recinto principal se manifiesta como una pirámide escalonada de ladrillo de 80x40 m2. Éste es un material básico en todo el conjunto y es complementado por concreto y aluminio. Foto: Juan Forero Arquitectos
En la ciudad de Chicago (Estados Unidos) se puede encontrar Wrightwood 659, un espacio para exposiciones de arquitectura y arte socialmente comprometido. El edificio lleva en pie desde 1920 y Tadao Ando Architect and Associates fueron los encargados de reformarlo en 2018, conservando la esencia de sus formas y agregándole mucha luz natural. Foto:Jeff Goldberg.
nArchitects creó el Equal Rights Heritage Center, en Nueva York, un centro diseñado para conmemorar la lucha por la igualdad social, y que se compone de tres bloques de ladrillos. Foto: James Ewing.
Vivir en espacios reducidos es una tendencia, pero vivir en espacios “delgados” puede ser catalogado como el boom del momento. STPMJ presenta una casa vertical, cinco pisos en un espacio de 100 m2 en Seúl (Corea del Sur). Cada espacio cuenta con un techo de nueve metros de altura, donde las habitaciones se dividen hacia arriba en lugar de a los lados. Foto: Bae Jihun.
Las oficinas de Nelissen Bricks (fábrica de piedra) están ubicadas en Bélgica. UAU Collectiv + Architectengroep PSK estuvieron detrás del nuevo showroom, el cual funciona como un “museo” y todos aquellos que lo visiten podrán apreciar al ladrillo como un objeto artístico. Foto: Philippe van Gelooven.
El Palacio de Pedro I es un ejemplo clásico del uso del ladrillo. Ubicado en el Real Alcázar de Sevilla (España), forma parte del arte mudéjar (un estilo que se desarrolló en la península ibérica, incorpora influencias del estilo hispano-musulmán), y está compuesto por una serie de mezclas como el ladrillo, yeso, madera, arcos, cruces cristianas y azulejos.
Soho es el barrio atemporal por excelencia de Londres (Reino Unido), todo quien dice llamarse conocedor de la ciudad inglesa lo ha visitado, bohemio y atemporal, un grito llamativo a una ciudad en donde la lluvia predomina. No es de extrañar que en él se encuentre el edificio de ladrillos azules de Damien Hirst (empresario y coleccionista de arte), diseñado por Stiff+Trevillion. Foto: Nicholas Worley.
En este museo de Pekín (China), el ladrillo fue la fuente de inspiración, tanto para su construcción como para su nombre, Red Brick Art Museum. El arquitecto Dong Yugan lo utilizó para darle dramatismo y crear espacios iluminados por tragaluces y ventanas estrechas.
Studio PKA diseñó The Mango House en la India, una casa que encaja entre los árboles sin dañar sus raíces. La fachada de ladrillo está perforada por aberturas que se mezclan en los cuatro ejes del edificio para que haya una conexión con las vistas, los olores y sonidos que el lugar ofrece. Foto: Amit Pasricha.
La rehabilitación del edificio de la Antigua Estación de Ferrocarril de Burgos (España), fue llevado a cabo por el despacho Contell-Martínez Arquitectos. El proyecto alberga espacios para el recreo y ocio destinados fundamentalmente al público infantil y juvenil. Se eliminan los revestimientos interiores existentes, dejando al descubierto las fábricas, tanto de piedra como de ladrillo, lo cual, permite diferenciar las partes existentes del edificio de las nuevas. Foto: Mariela Apollonio
En la Ciudad de México se encuentra 139 Schultz, un edificio de departamentos de doble piel. La capa interior consiste en ladrillo rojo, mientras que una pantalla exterior que forma parte de los balcones está hecha de concreto teñido de rojo. Foto: Jaime Navarro.
OBBA ha creado una “casa bodega” en Seúl (Corea del Sur), la cual está compuesta por paredes de ladrillo que rodean los jardines y los conectan con las áreas de estar. Las paredes curvas dan un toque de originalidad y pueden llegar a confundir sobre los espacios de la casa, por ejemplo, el lugar de la entrada principal. Foto: Kyungsub Shin y Jaekyung Kim.
Mercedes Me Store Hong Kong (China) abrió el año pasado, un lugar en el que comprar coches podría verse acompañado de una comida, cena y hasta desayuno. Su piso es de ladrillo Corso Terra en Dragwire Texture, para darle otro enfoque al diseño y bajar este elemento al suelo.
Puni es una destilería de whisky ubicada en Glorenza, un municipio al Sur de Italia, realizada con ladrillo rojo por el despacho Werner Tscholl. Foto: Reneriller.
El edificio de Primaria del Colegio Anglo en Bogotá (Colombia), fue diseñado por Daniel Bonilla Arquitectos, quienes planearon un lugar amplio, que valora el paisaje en el que está posicionado y juega con los espacios. El material de construcción fue ladrillo, concreto y vidrio. Foto: Rodrigo Dávila.
En Vietnam, el ladrillo ha sido (por mucho tiempo) un material fundamental para la construcción manual y se presenta sobretodo en las áreas rurales como Đông Anh, en donde se encuentra la casa conocida como Brick Cave. H&P Architects fueron los artífices de su diseño; una estructura con dos capas de muro de ladrillo y arreglos de plantas para darle un toque más natural. Foto: Nguyen Tien Thanh.
Maya Somaiya Library es una biblioteca ubicada en una escuela de Maharashtra (India) y cuya construcción estuvo al menos de la firma Sameep Padora & Associates. El recinto cuenta con un área de estudios en su interior y en su exterior el área de juegos. Las “bóvedas” de ladrillo forman un paso arquitectónico. Foto: Edmund Sumner.
Álvaro Siza construyó un teatro de ladrillo rojo a las afueras de Barcelona, Llinars del Vallés. El edificio está formado por dos volúmenes, uno contiene el auditorio de 300 asientos y el otro las oficinas. Foto: Joao Morgado.